Poema

Oh, no me digas que la vida es un sueño, triste salmista en tu cantar amargo; porque el alma no vive en el letargo que es de le muerte pálido diseño.

La vida es real y su destino es serio.

Y no es su fin en el sepulcro hundirse, que ser polvo y en polvo convertirse, no es del alma el divino ministerio.

Ni es del hombre la senda, ni el destino, el reposo, el dolor ni la alegría, sino la acción para que cada día avance una jornada en el camino.

En el vivac del mundo, ¡alza tu escudo! En el campo de acción ¡alza tu diestra! ¡Sé un héroe de la vida en la palestra!, y no el rebaño que se arrea mudo.

¡De pie, en acción, con varonil pujanza! Dispuesto el corazón a todo evento, sigamos de la vida el movimiento, guiados por el trabajo y la esperanza.

Poeta Henry W. Longfellow
 






“Aunque la higuera no florezca, Ni en las vidas haya fruto, aunque falte el producto del olivo, los labradores no den mantenimiento, ni haya vacas en los corrales; aun así, yo me alegraré en el Señor, y me gozaré en el Dios de mi salvación”